El otro día paseando por el bosque encontré una mariposa azul al borde
de la muerte. Estaba enganchada a las telarañas de su mayor depredador.
Cómo no, la salvé. Aun salvándola de la muerte, ella quiso escapar de mí.
-"Será posible"- pensé mientras ella aleteaba sin parar.
Sin pensarlo le arranqué una ala. Era la única forma de que permaneciera a mi lado.
Volviendo
a la mansión, le ordené a mi mayordomo que decorara mi cuarto con
rosas. Quería que mi mariposa tuviera suficiente néctar cada día para
vivir. También le mandé una jaula.
-Pero señor, aun sin la jaula ella no podrá escapar- me dijo Cloude, mi mayordomo.
-¿Intentas contradecirme?-
-Entendido-Al entrar en mi habitación, mis lágrimas saltaron.
Todo era como yo quería. El cuarto deslumbraba un bonito azul. Eran jazmines azules.
Al
siguiente día mi mariposa murió. Quise darle un funeral digno
quemándolo. Y sí, lo tuvo. Pero el fuego se me fueron de las manos. El
fuego se extendió por toda la habitación... pero eso sería otra
historia.
To be continued.
Tina: Ayer por la noche vi un OVA del anime Kuroshitsuji. Me gustó mucho como Alois Trancy, el protagonista, quiso detener la libertad de la mariposa. En verdad lo que él deseaba era no quedarse de nuevo solo. Odiaba esa sensación de soledad. Le temía.
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